Los imprescindibles en mi estantería.

Mi amor por la escritura me viene desde pequeña. Siempre me ha gustado plasmar mis sentimientos en el papel, en forma de palabras que expresen lo que no soy capaz de decir en persona. Bajo las teclas de mi ordenador me siento segura, como si fuera ese portal techado al que huir cuando se avecina tormenta. Sin embargo, mi amor por la escritura apareció desde que tuve mi primer libro en las manos.

La literatura es capaz de salvar, siempre lo he pensado, quizás no una enfermedad de esas que curan médicos, pero sí de la soledad, de la tristeza y de la realidad misma que tanto asusta en este año surrealista que es el 2020. Los libros son como pequeños hogares donde refugiarse del mundo exterior (y real), donde se pueden vivir mil vidas y aventuras, donde se deja de ser uno mismo, para impregnarse del alma del o la protagonista.

Desde muy pequeña me dejé llevar entre las páginas de libros como Los cinco y su larga saga, Harry Potter (aunque éste lo descubrí más bien en la adolescencia), Kika Superbruja y tantos otros...

Ya fue en el instituto cuando descubrí a mis autores favoritos, aquellos a los que no me cansaba de leer, a quienes esperaba ansiosa su siguiente novela, me deleitaba en el olor de sus libros y disfrutaba (y disfruto) de cada detalle. Os quiero hablar de mis preferidos, de mis autores imprescindibles en mi estantería; aquellos libros que me han hecho viajar, emocionarme y me han roto el corazón en mil pedazos:

Blue Jeans siempre es el primero que se me viene a la mente cuando pienso en qué es para mí el amor por los libros. Ya no solo por lo que escribe, le admiro también como persona. Sus libros me han acompañado siempre de forma paralela a cada cambio en mi vida. Los descubrí en mi adolescencia y los he seguido hasta la universidad (y lo que queda). Leer a Blue siempre es sinónimo de sentir una montaña rusa de emociones. Cada libro suyo me ha ayudado de una manera muy diferente. Por eso son tan especiales para mí. Siempre llegan a mí justo cuando más necesito leerlos. Él como persona es entregado, siempre fiel a sí mismo y a sus lectores. Es indescriptible lo que me hace sentir al leerlo. Felicidad, angustia, terror, amor... Por encima de todas las cosas me ha hecho a amar la literatura. Me ayudó a cumplir mi sueño y nunca tendré palabras suficientes para agradecérselo.

Nicola Yoon también está en mi top. La descubrí con el libro Todo, todo y me enamoré al instante de su pluma. Es dulce, tierna, pero al mismo tiempo no tiene siente ningún remordimiento a la hora de romperme el corazón. Aquel libro también fue de los que llegó a mí en el momento en el que más lo necesitaba. Por esa razón está entre mis imprescindibles.

Javier Sierra me hizo amar el arte, me descubrió todo un mundo nuevo entre el misterio y la historia. Me ayudó a conocer al que se convertiría en mi pintor favorito: Rafael. Y por él estudio la carrera que me da la vida (y también me la absorbe), Historia del Arte. El Maestro Del Prado es mi obra favorita de él. Nunca me ha costado tanto despedirme de un libro cuando llega la hora de pasar la última página y terminar.

Albert Espinosa para mí es esencial. Leerlo es como una terapia para mi corazón y mente. Sus libros son paz, simplemente eso. Paz y sosiego. Siempre que lo leo acabo con el corazón medio roto y curado de nuevo. Sus libros me han ayudado en muchas etapas de mi vida y me han hecho entender ciertas cosas a las que he tenido que enfrentarme a lo largo de ésta.

Eloy Moreno va para mí en el mismo saco. Me hace reflexionar, siempre dejando blandito mi corazón.

Y así puedo llevarme horas nombrando a autores y autoras que me encanta leer. Andrea Izquierdo, Silvia Aliaga y Tatiana Marco, Suzanne Collins, Inma Rubiales, Andrea Smith, Kiera Kass, y tanto otros...

Quizás otro post sea sobre mis pendientes o sobre los que me muero por leer.

Me gusta pensar que quizás Lo que me lleva a ti llegó a alguien justo en el momento en el que más necesitaba leerla.

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